miércoles, 1 de julio de 2009

Grapas de Cereza

¿Cuántas veces llegamos a no tomar el riesgo de ganar por miedo al fracaso?; ¿Cuántos llegamos a frenarnos ante el impulso final para un salto, decidiendo no realizarlo?. Es lamentable lo normal que es el no tomar riesgos, quedarse achantado a esperar que la vida pase por nosotros y no nosotros pasar por ella, es como si negáramos nuestra condición humana, y es que, ¡hermanos!, eso somos!, existimos no mas que por un riesgo, tomado por nuestros predecesores y que trajo como fruto el regalo de la vida, somos el médico que corrió el riesgo de atender nuestro nacimiento, el señor que corrió el peligro que lo llamaran idiota al crear el tetero, la maestra que corrió el riesgo de ser pobre por seguir enseñándonos aún cuando ganaba una miseria, el hombre que una vez te sostuvo para que no cayeras, el tío que te cargó cuando en tus pies no quedaban fuerzas para marcar otra huella. Resulta que el riesgo para nosotros, los seres humanos, es algo tan inevitable como el respirar, y es que ¿Qué mas esperabas de la especie que mas influencia tiene sobre este planeta?.

El riesgo abarca también el espíritu, fuerte base de nuestra constitución como personas; lamentándolo mucho para nosotros, sin éste no podemos vivir, por lo que es necesario que lo desarrollemos plenamente para tener una salud íntegra. Ahora, ¿Qué riesgos nos puede traer esto? Pues TODOS, y a la vez NINGUNO, pero esto, amigo, depende de tu contexto, ya que en uno común el ambiente que se respira no es precisamente el mas espiritual, esto ocurre debido a que como grandes ciegos que somos, no somos capaces de ver que lo importante en esta vida no es siempre el desarrollo de capital, la ascendencia de poder y los placeres, sino otras condiciones mas puras y simples que nos exigen dejar las anteriores en un segundo plano; parte de un mismo sacrificio, dejar algo para ganar otra cosa, no es mas que uno de los mas grandes riesgos a tomar para hacer crecer tu esencia.

Ahora, tampoco te digo que sólo desarrolles tu espíritu, o que dejes todas tus cosas y te vayas de samaritano a recoger indigentes, No (aunque mal no sería), sino que comiences a moldear tu perspectiva de vida a tus necesidades de vida y que te des cuenta que, el riesgo y el crecimiento personal son parte inevitable de tu existencia, y que le dan sabor y gusto a éste, el MONDONGO DE LA VIDA.

“La vida es como un mecate que jalas y jalas hacia ti, esperando todo lo que quieres, pero que cuando llega al final de la soga y junto a éste el gran peso de tu existencia, te das cuenta que lo que te viene encima, no son precisamente rosas” JJ

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