viernes, 20 de agosto de 2010

A VECES SOMOS… A VECES NO… DIGO… ¿QUÉ SOMOS?

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Si han caminado recientemente por la calle, se habrán percatado que pareciese que ese 75% en agua que compone nuestro cuerpo se ha convertido en plástico… es como si fuésemos mas polietileno y silicón que hombres. Dentro de nuestra excesiva necesidad de “comunicación”, “comodidad” y “placer” nos hemos aislado. Nuestras nuevas bocas tienen configuración QWERTY.

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De esta forma, mientras 3/4 de nuestro mundo (al igual que en agua) se hunde en pobreza, nuestras pintorescas cajas forradas de asfalto nos mantienen al margen de la realidad.

 

Nuestros abuelos dicen que los viejos tiempos eran mejores y con respecto a ello la mayoría pensamos “bah que es la edad que le pega” pero… y que tal si no fuese así?

Que les parecería creer en la existencia de momentos históricos en los que el hombre, mas allá de sus complejos culturales, era hombre?

en que lujosos aparatos no nos definíandiamond-crypto_48… en que no habían excusas para no movilizarnos… porque lo necesitábamos, lo hacíamos… lo queríamos!

No es de extrañarse que muchos se sientan “alienados”, fuera de lugar… pues entre tanto coroto, como le decía una vez un muchacho a Desmond Morris: “En la ciudad, cada vez es más difícil encontrar gente”.

Nos dedicamos tanto a encajar que al final, terminamos pareciendo más una barra de chocolate que un ser humano pues, entre tantos parámetros a los que nos fijamos… que no nos extrañemos cuando sea requisito legal incluir en nosotros el cuadro de información nutricional.

Tal vez, y solo tal vez digo… exista una felicidad que te dure más de 10 minutos, porque tal vez, y SOLO TAL VEZ, tenemos un propósito mas allá de consumir, de llenarnos de peroles y de ser receptores de infomerciales.

Amo a mi planeta, amo a mi humanidad y creo que al igual que muchos, siento que falta algo, como sintió DAN.

Algo que nos motive, que nos llene! que nos dé un verdadero propósito para estar acá!.

Y este “algo” está en la Naturaleza… es la vida.

Porque tal vez, Y SOLO TAL VEZ… mas allá de merecerlo, necesitamos VIVIR.

Carpe Diem.